Nota, Francia (8)

Presidente francés tumba su reforma antiterrorista

Hollande perdió apoyos políticos para realizar los cambios que limitarían derechos fundamentales.

El anuncio de este miércoles del presidente francés, François Hollande, de renunciar al proyecto de ley que pretendía una reforma constitucional para retirar la nacionalidad francesa a los condenados por terrorismo no cayó nada bien a los sectores más conservadores del país.

En un intento por darles una respuesta rápida y contundente a los atentados que golpearon a París el 13 de noviembre, tres días después Hollande propuso darle esta “revisión a la Constitución” para, según él, “garantizar una mejor utilización del estado de emergencia”.

Sin embargo, según dijo a EL TIEMPO Dominique Curis, la coordinadora de campañas para la seguridad de los derechos humanos de Amnistía Internacional Francia (AIF), los mismos parlamentarios del Senado y la Asamblea Nacional que, por el calor de los hechos, se mostraron a favor de la medida fueron quienes le dieron respuesta a Hollande al no ponerse de acuerdo respecto de su implementación, lo que obligó al mandatario a renunciar al proyecto.

“Desde hace unas semanas se pudo ver que no la tenían tan fácil como esperaban. Sí había cierto consenso dentro del círculo político, pero no el suficiente para reformar el texto fundamental de la república francesa”, dijo Curis.

El hecho suscitó un rechazo de la derecha del país, que vio el suceso como un “fracaso” en la lucha contra el terrorismo que emprendió Europa desde el año pasado. El expresidente derechista Nicolás Sarkozy se pronunció al respecto y responsabilizó a Hollande de “crear las condiciones” que lo llevaron a renunciar al proyecto.

Por otro lado, el diputado europeo de izquierda Jean-Luc Mélenchon celebró la “victoria” y agradeció a Hollande por la decisión.

Aún así, Curis no considera esto como un triunfo para los derechos humanos y las libertades del pueblo francés, debido a que el debate aún no se ha acabado.

“(La situación) aún es bastante preocupante. Todavía queda en la agenda del parlamento la reforma para implementar las medidas del estado de emergencia de manera permanente (...). Sigo preocupada por la calidad del debate político porque muchas propuestas no son de muy alto nivel y siempre van en la misma tendencia de dar más poder al Ejecutivo y olvidarse de las garantías básicas. Son propuestas que tienen como blanco a la población musulmana”, comentó.

Lo que sí quedó claro para la representante de AIF es que esto demuestra que los cambios en la Constitución no se pueden hacer al calor de los hechos, y que, aun cuando el miedo pareció apoderarse de la población civil, esta no siempre “está dispuesta a despojarse de sus derechos” en busca recuperar la sensación de seguridad.

“El Gobierno por fin se dio cuenta de que decisiones tan graves no se pueden tomar sin debate político y sin debate ciudadano”, añadió.

Aunque Hollande llegó este miércoles a esta decisión, el debate aún sigue presente en Francia y, en general, en Europa, suscitado por situaciones como las del 13-N y los más recientes ataques en Bruselas, pese a los esfuerzos de AIF de “cambiar la perspectiva y el discurso común que opone entre sí los derechos humanos y la seguridad”.